Esguince de tobillo, ¿por qué no se debe inmobilizar?

Un esguince de tobillo es una distensión, o alargamiento excesivo de los ligamentos del tobillo y que puede cursar con o sin rotura de los mismos.

Los ligamentos del tobillo estabilizan la articulación y los más importantes y que son los que más se lesionan en los esguinces de tobillo son los ligamentos laterales externos (ligamento astrágalo-peroneo anterior, astrágalo-peroneo posterior y calcáneo-peroneo). Los ligamentos laterales internos sufren muchas menos lesiones. Se calcula el 95% de los esguinces de tobillo son de ligamento lateral externo y solo un 5% del interno. 

CLASIFICACIÓN

Dependiendo de la gravedad, los esguinces se pueden clasificar en:

  • Esguince grado I: leve o moderado.

Hay una ligera distensión que se soluciona con fisioterapia. El tratamiento dura entre 1-2 semanas y debe de empezarse lo antes posible; no necesita inmovilización. Es un esguince leve, la persona puede seguir caminando con alguna molestia, la inflamación es leve y en muchas ocasiones no sale hematoma. 

  • Esguince grado II: moderado grave.

Es una distensión del ligamento con rotura parcial. El tratamiento fisioterapeutico dura entre 2 y 5 semanas y no necesita inmovilización.

La persona puede caminar con dificultad y con dolor, la inflamación y el hematoma son evidentes y aparecen rápidamente después de la lesión. 

  • Esguince grado III: grave.

Hay una rotura completa del ligamento por lo que necesita tratamiento quirúrgico, es importante inmovilizar el tobillo y va a necesitar una recuperación entorno a 3-6 meses de duración. El edema y el hematoma aparecen desde el primer momento y la persona no podrá caminar por el dolor y la inestabilidad.

¿Por qué no se debe inmovilizar un esguince de tobillo?

Una inmovilización total con escayola supone un error para la curación del esguince ya que ayuda a la aparición de secuelas o a la cronificación del esguince y favoreciendo que se convierta en un esguince repetitivo. 

Cuando hay un esguince leve o moderado es necesario que haya cierta movilidad durante la cicatrización. Para ello se puede poner un vendaje funcional que permite una movilidad parcial e incluso el ejercicio moderado mientras la inflamación disminuye y se va curando el esguince. 

La principal diferencia entre un esguince movilizado y uno inmovilizado es el tiempo de recuperación. Un músculo que se ha inmovilizado tarda en recuperarse 3 veces más que si no ha estado inmovilizado. Esto es así porque a mayor actividad, mayor aporte de oxígeno y mayor regeneración del tejido.

Esta es la razón por la que no debemos inmovilizar una lesión pero no significa que podamos llevar una vida normal ya que es necesario disminuir la intensidad del deporte o actividades de la vida diaria ya que el tejido está dañado. 

TRATAMIENTO PARA ESGUINCE GRADO I-II: LEVE-MODERADO

El esguince más común es el que se produce en los ligamentos laterales externos y es de grado leve-moderado. Después de realizarse, la persona nota mucho dolor e impotencia funcional, no podrá apoyar el pie ni caminar y verá como la inflamación aumenta rápidamente. 

  1. Tratamiento inmediato después de la lesión:
  • aplicación de hielo: es la primera medida a adoptar. Va a disminuir el edema o hinchazón por lo que las molestias y el dolor se reducirán. Es más importante la aplicación del hielo que los antiinflamatorios ya que estos reducen el dolor en los primeros momentos pero no permiten que el tejido se recupere adecuadamente y hay riesgo de cronificación.
  • aplicación de una vendaje funcional: es importante mantener el movimiento. Este vendaje permite todos los rangos de movimiento menos el que queremos limitar. Esta movilidad es positiva porque permite que los tejidos no pierdan la propiocepción por lo que la vuelta a la vida normal y al ejercicios va a ser más rápida y disminuyendo el riesgo de recaídas.
  • limitar los esfuerzos: el descanso se hace con el tobilllo en alto para ayudar a eliminar el edema. Para ésto también ayuda el drenaje linfático manual.

    2. Tratamiento fisioterápico: hay múltiples técnicas dependiendo del tipo de            lesión:

  • Masaje drenaje
  • Cyriax
  • Ejercicios de propiocepción
  • Ejercicios de fortalecimiento
  • Manipulación osteopática
  • Electroterapia: TENS/US
  • Acupuntura
  • Vendaje neuromuscular o kinesiotape

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